La emoción de una guitarra con alma: Samuel del Río Carmona, primer ganador del premio “Mariano Conde” en el Festival Internacional del Cante de las Minas

65 Festival Internacional del Cante de las Minas - Premio Mariano Conde

Hablar del Festival Internacional del Cante de las Minas es hablar de historia viva del flamenco. Son más de seis décadas en las que este certamen celebrado en La Unión, Murcia, ha pasado de ser un encuentro local a convertirse en una auténtica catedral del arte jondo. Aquí vienen los grandes y aquí se consagran los jóvenes que llevan dentro la herencia de siglos. No es casualidad que artistas que hoy son leyendas hayan encontrado en estas tablas el impulso definitivo para sus carreras.

La edición de 2025 no solo quedará en la memoria por la brillantez de los cantaores, bailaores y músicos, ni siquiera por la esperada victoria de Gregorio Moya, el cantaor de Argamasilla de Alba que se alzó con la prestigiosa Lámpara Minera, el máximo galardón del festival. Este año será recordado, además, por la emocionante instauración de un nuevo reconocimiento que lleva nuestro nombre: el premio de guitarra “Mariano Conde”, entregado por primera vez en esta edición. Y lo que para nosotros es motivo de orgullo llega acompañado de la satisfacción de haber puesto nuestras manos y nuestra tradición guitarrera en las del futuro: el joven gaditano Samuel del Río Carmona fue distinguido con este galardón histórico, convirtiéndose así en su primer ganador.

La importancia de un premio con alma

Cuando pensamos en el flamenco, inevitablemente acuden a la mente los quejíos y los palos ancestrales. Pero hay un hilo invisible que lo hilvana todo: la guitarra. Sin ella, el cante se quedaría desnudo, sin esa columna vertebral que lo sostiene, sin ese diálogo que va más allá de lo musical y se adentra en lo espiritual.

Por eso, cuando el Festival decidió dar un paso adelante y crear el premio de guitarra “Mariano Conde”, vimos en ello algo más que una simple distinción. No se trata únicamente de reconocer al mejor guitarrista acompañante o solista del certamen, sino de poner en valor la tradición, las raíces y la artesanía que late detrás de cada nota.

La propia organización del certamen compartió con entusiasmo el anuncio en su perfil de Instagram, subrayando el significado histórico de este nuevo galardón, que nace con vocación de permanecer. Y no faltaron vídeos donde se reflejó la emoción del momento, como el reel con la ovación al recibir el premio.

Samuel del Río Carmona: juventud y talento gaditano

El jurado lo tuvo claro: entre los participantes de esta edición, Samuel del Río Carmona brilló con un acompañamiento exquisito, mostrando un dominio técnico y una sensibilidad poco frecuente en un guitarrista de su edad. Nacido en Cádiz, tierra donde cada esquina respira compás, Samuel representa a una nueva hornada de músicos que, sin olvidar lo aprendido de los viejos maestros, buscan un lenguaje propio para dialogar con los cantaores y bailarines.

En el escenario de La Unión, su toque fue puro y a la vez personal. Supo acompañar sin invadir y dar protagonismo a cada palo con la fuerza justa. El público, entendido como pocos en sensibilidad flamenca, lo reconoció con ovaciones sentidas. La crítica también lo señaló entre lo más destacado de la edición. Y finalmente, el festival le entregó la primera Guitarra Mariano Conde, un instrumento que no es solo galardón sino también compañero de viaje.

El instante de la entrega

Quienes estábamos allí pudimos sentirlo en el aire: había expectación, había historia haciéndose presente. El momento de entregar la guitarra fue breve en tiempo, pero inmenso en significado. Samuel la recibió con una mezcla de orgullo y emoción contenida. En sus ojos, y en la madera aún joven del instrumento, se podía leer todo lo que vendrá.

Ese instante quedó registrado gracias a varios medios especializados —como este emotivo vídeo compartido por una página flamenca, donde se aprecia la entrega de nuestra guitarra a Samuel del Río—, y nos recordó lo esencial: no es únicamente construir guitarras; es tender puentes entre la tradición y el futuro, entre el artesano que da forma al sonido y el artista que lo eleva hacia el alma del público.

El eco del festival en 2025

Más allá de nuestro premio, esta edición 2025 del Festival Internacional del Cante de las Minas tuvo momentos memorables. El triunfo de Gregorio Moya, verdadero protagonista de la edición, supo coronar unas jornadas donde el cante más puro se mezcló con la innovación sin perder autenticidad.

La prensa nacional se hizo eco. Medios como La Vanguardia destacaron que el cantaor “arrasó” en el Festival, mientras que Europa Press relató cómo conquistó la esperada Lámpara Minera.

También hubo eco en la prensa andaluza, con titulares que destacaban los premios para artistas como José Viñas, Samuel del Río y Encarni, reflejando la amplitud de talentos que cada año confluyen en La Unión.

Una guitarra como símbolo

Para quienes desconocen el universo íntimo de la construcción de guitarras, puede parecer algo meramente material: se entrega un instrumento y ya está. Pero cada guitarra que sale de nuestro taller guarda dentro cientos de horas de trabajo, de precisión, de escucha. Como decía uno de nuestros mayores, “cada guitarra nace con una parte de nosotros adentro”.

Por eso, entregar una guitarra en La Unión no es lo mismo que en cualquier otro sitio. Es darle al joven guitarrista un testigo cargado de memoria. Es decirle: aquí está tu herramienta para seguir caminando, pero también aquí hay un fragmento de nosotros, de nuestra historia y de todo lo que antes que tú la ha hecho posible.

Samuel lo entendió perfectamente. Lo vimos en la forma en que acarició su nueva compañera, en cómo la abrazó con ese respeto reverencial que los buenos músicos siempre tienen hacia sus instrumentos.

Mirando hacia el futuro

El premio Mariano Conde acaba de nacer, pero ya sentimos que tiene un largo recorrido por delante. Año tras año, una nueva guitarra llevará el nombre de un joven talento. Año tras año, la tradición seguirá pasando de manos a manos, manteniendo vivo el latido del flamenco.

Soñamos con que dentro de veinte o treinta años, cuando se recuerde la historia de este galardón, se diga que el primero en recibirlo fue Samuel del Río Carmona, un joven gaditano que supo emocionarnos con su toque y que desde entonces emprendió un camino en el que su guitarra y el flamenco fueron inseparables.

Y nosotros, como constructores que hemos tenido el privilegio de estar presentes en ese primer instante, solo podemos agradecer al Festival del Cante de las Minas la oportunidad de haber sumado nuestra voz a este coro de arte y emoción.

Conclusión

La edición 2025 del Festival Internacional del Cante de las Minas será recordada como un hito en su ya larga historia. El triunfo de Gregorio Moya quedará inscrito en los anales del certamen, pero también lo hará el nacimiento de un premio que combina artesanía, música y sentimiento: la Guitarra Mariano Conde.

Ese instrumento, entregado a Samuel del Río Carmona, no es únicamente un trofeo. Es un puente entre generaciones, un símbolo de la unión entre La Unión y Cádiz, entre el taller y el escenario, entre la madera y el alma. En definitiva, es una metáfora del propio flamenco: un arte que nunca deja de renovarse, siempre fiel a sus raíces pero constantemente abierto al futuro.

Desde nuestro taller, seguiremos poniendo las manos y el corazón para que cada guitarra que nazca tenga dentro un poco de ese duende que une a todos los que aman este arte. Y confiamos en que Samuel, con su premio en las manos, seguirá abriendo caminos para que la guitarra flamenca siga siendo lo que siempre fue: un latido que nunca muere.